Fotoazar
Por: Laura M. García
Esta
calumnia se le dedica a todos aquellos personajes intento de fotógrafos que lo
único que hacen estomar fotos esperando a que el azar los bendiga.
No
hay nada que desespere más que una persona que no sepa tomar fotos pero que por
creerse cercano a la profesión se dedique, además con una cámara promedio,
a tomarle fotos a todo lo que vea. Y por si fuera poco escude todo este
desastre fotográfico, en un gusto innato por este arte visual.
Ese gusto innato, no es más que una frustración por no poder ser paparazzi de un medio local, porque no pueden aspirar a algo mejor. O sino que alguien me diga por qué le toman fotos a las personas haciendo de todo, desde hablando hasta esquivando el lente. Es totalmente desesperante creerse fotógrafo, cuando es sólo un don por azar. Y peor lo es interesarse por temas tan insignificantes que en vez de producir curiosidad causan un efecto somnífero en el espectador.
Así no se puede reconocer el talento, ya es hora de que se entienda que hace falta mas que una buena cámara y una técnica promedio para lograr grandes fotos; la experiencia queridos lectores, no se improvisa, ni muchos menos se remplaza con fotos buenas tomadas en automático. A simple vista no parece un motivo aparente para criticar; al menos no hasta que a uno le toca aguantarse una fiesta con alguien que a las cuatro de la mañana saca su cámara después de estar medio ebrio, porque quiere sacar fotos de una piedra que encontró en el camino.
Mientras tanto un par de ladrones observan el hecho esperando, cual aves rapaces, el momento de atacar. Pero bueno, ellos allá con su cuento extraño, que cada quien deje la modestia a un lado y se crea lo que no es. Así como todos los escritores de este blog, que nos arriesgamos a invitarlo para que siga leyendo más artículos en los que seguramente usted no estaría interesado jamás.
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El relleno del patrullero
Por: Luis F. Molina
Redacción Líttera - Página
Ya van algunos años desde que Noticias RCN rellenó su noticiero
matinal y mediodía con una particular sección que solamente le importa al 17%
de la población colombiana o todavía menos. Su nombre es: “El Patrullero RCN”.
Claro, dentro de los conceptos de jerarquía, trascendencia y calidad
periodística vale más un choque en la Avenida Jiménez –o ni siquiera el choque-
que los constantes apagones que dejan sin energía eléctrica al departamento de
Arauca.
¿En qué estaban pensando los muy reconocidos creativos
de RCN para hacer este híbrido?
El Patrullero RCN nace como una versión ensanchada del
Noctámbulo de CityTV, además de otros formatos de información del tránsito del
mismo canal y convierte a un motociclista de negro como símbolo del tráfico
citadino.
Al principio su duración era corta y promediaba los
dos minutos. Luego, llegaron los alargues con el Patrullero del Aire,
Patrullero Nacional y hasta un Patrullero del Agua. Éste último parecía más una
mofa a la situación invernal del país en aquel entonces.
¿Qué esperaban las mentes brillantes de RCN? ¿Irse,
acaso, al río La Vieja a ver cómo estaba el tráfico náutico? o ¿Partirían a
Honda a examinar con su agudo sentido periodístico una potencial subienda?
Además, la idea de llevar un helicóptero por la ciudad
transmitiendo novedades en el tráfico se ejecuta principalmente en las
estaciones locales de televisión de Estados Unidos, puesto que a ese público
urbano le afecta la situación en las vías de su ciudad. No obstante, en RCN
purgan el tiempo de un noticiero de carácter nacional e internacional con una
cámara tambaleante en un helicóptero y verdades comentadas de Perogrullo.
La idea de RCN es apreciable si su noticiero se
emitiera únicamente para Bogotá mientras que el resto del país obtiene
información diferente. Sin embargo, estamos muy lejos de eso.
Lo más preocupante es que se mantenga como concepto
que “el tiempo en televisión es muy corto” cuando, a la vez, se dilapidan
minutos valiosos de un noticiario nacional con lo más reciente del tráfico y no
se le da el cubrimiento ni la trascendencia debida a temas que sí afectan a una
amplia mayoría de colombianos.
Por lo menos, RCN no le ha dado más epítetos a sus
patrulleros, porque manifiestamente pueden hacer el Patrullero del Mercado, el
Patrullero de la Justica y otras ideas disparatadas con la intención de darle
la batalla a su competencia.
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